EL ESTIGMA EN LAS PERSONAS CON ENFERMEDAD MENTAL Las actitudes discriminatorias son una barrera para la integración social, que se agravan por la escasa influencia del colectivo, que tiene limitado su poder de influencia: en el trabajo, en su entorno, en los medios de comunicación y ante la administración. Esto se deriva de la escasa dotación de recursos en los presupuestos y del lento desarrollo de los servicios, que no sucede con otras enfermedades. Afecta a su recuperación y optan por no buscar ayuda profesional, para no ser identificados y etiquetados como “personas con enfermedad mental”, a causa del prejuicio y discriminación que ello pudiera implicar. Esta valoración negativa hace que las personas afectadas pierdan la confianza en sí mismas, alimentando la idea de renuncia a las expectativas personales y profesionales, perpetuando así el ciclo del auto-estigma. Dificulta el encontrar y mantener un trabajo ordinario, derivado de sensaciones de incompetencia y la falta de compet...
Mancera; Taller de materiales educativos II